Wednesday, September 14, 2011

EL COLECTIVO DE LA MENTIRA

Como propuesta de reflexión, en torno a los cimientos de las relaciones sociales y políticas, en los cuales, de una u otra manera se ha legitimado el accionar de los "vivos" o avivatos, por encima de la buena fe e incluso de los imperativos legales, me atrevo a controvertir la tesis que las FARC y el ELN, sean absueltos de sus crímenes y fechorías por el prurito de ser Comunistas Marxistas. Como algunos afirman.

Los seres humanos, por no pensar, quedamos atrapados en las telarañas  de creencias infundadas y temerosas de los mitos que creamos. Debemos denunciar todas aquellas actitudes que nacen de una supuesta viveza, o tergiversaciones  de aquellos que se jactan de sus malas conductas. Ejemplos hay muchos, solo miremos las actuaciones de personajes como Cepeda, Piedad Córdoba  o Petro. Este último afirma, que el porte ilegal por el que fue condenado no es delito, porque al serlo no hubiese podido ser Senador. Lo ha ocultado durante veinte años el delito cometido.

En el caso de las FARC o ELN, asumen que sembrarminas antipersonales, en campos y senderos veredales, causándoles daño a campesinos y pequeños estudiantes; lanzar carro bombas contra la sociedad civil, reclutar menores de edad, violar menores en los campos de concentración, secuestrar soldados y otras actividades de su diario vivir terrorista  que de nombrarlastodas, no terminaría en diez páginas, son claramente tipificados con acciones en contra de los DerechosHumanos y el Derechos Internacional Humanitario. Estas son normas que rigen a todas las sociedades civilizadas del planeta.

Podrían considerarse aquí también otras acciones que trascienden el ámbito social  y entran en las esferas del poder como los hechos de corrupción e incluso situaciones que reflejan esa pérdida del sentido moral de la guerrilla cuando, es claro que sus fuentes de financiación son la droga, el secuestro extorsivo y la amenaza permanente. Situaciones como estas son rechazadas por el mundo entero, aun por las sociedades tradicionalmente Comunistas; por ejemplo China condena el secuestro con la pena de muerte.

Somos conscientes que si queremos lograr un verdadero cambio en la sociedad son muchas las voces que se deben sumar a este propósito, en los muy diversos sectores; cuya dignidad se ve tan duramente golpeada por la pérdida de valores y la tan estúpida como generalizada exaltación de los anti valores. Hablar de delitos políticos es un sofisma y un disfraz de los grupos armados e idiotas útiles.
El servilismo es una acotación del siglo XIX, en esta época de adelantos en comunicaciones de computadores y tecnologia,  redes sociales, Twitter  y correos electronicos, tiene validez  como los de Raúl Reyes y Mono Jojoy por ejemplo. Sin embargo por caprichos de los legisladores y basandose en ideales politicos personales, ha estos se les da un tratamiento selectivo.

Ni con la presencias en los grupos terroristas de personjes, como ALFONSO CANO o idealistas como el jesuita, JAVIER GIRALDO, avalan a un grupo que piensa y actúa como TERRORISTA.  Que mal hacen quedar a Marx, cuyos postulados  tuvieron su tiempo en el tiempo. Matar, secuestrar, asesinar, despojar a los campesinos de sus tierras, atacar con cilindros de gas, minas antipersonales, son atrocidades terroristas, ni Marxistas ni Comunistas. Porque es terrorista quien hace acciones destructivas y generan panico en la sociedad. Para un pueblo, estas son acciones semejantes a la derribo de las torres en Nueva York!. Porque es más grave dejar a un  pueblo pobre sin estación de policía, mercado, Iglesia y su banco; que lo acontecido el 9 de septiembre en la ciudad norteamericana.
Creer que a las FARC no les interesa el dinero, que los motivan unos ideales altruistas, es cínico y perverso.Tengo que afirmar que no es exacto, si a Cano no le está llegando los dineros de los secuestrados, es porque le hacen “conejo”; porque todos sabemos queRaúl Reyes si disponía de fondos para apoyar la candidatura política de Rafael Correa en Ecuador. Dicho lo anterior, es ingenuidad del tamaño de una catedral, pensar que son unos idealistas que luchan contra una dictadura; que no es cierto, y con perdón de sus aduladores es ESCRIBIR CON EL DESEO.